Hoy todo
el frío del mundo me lo estoy guardando yo en los huesos.
Si alguien
quiere solo tiene que llamar,
las
mariposas abren.
Las vas a
encontrar azules porque son tristes. Porque no las quieres.
A mí me da
igual. Yo he aprendido a sobrevivir sin ti con ellas.
Ellas no.
Explícales
tú, que yo no puedo. No sé y me hago la loca.
Me creo
lista y ya me has ganado tres veces al mismo juego de siempre.
Nunca se
me ha dado bien jugar a las cartas, escribirlas me va más.
Ni los
trucos de magia,
me vas a
perdonar.
Hace tres
días que no creo en eso de la magia. ¿Desde
cuándo? Desde que me llamaste hija de puta y me di cuenta de que
tenías razón.
Así que ve recogiendo lo que has roto que de limpiar la sangre me
encargo yo,
y de hacer callar a las paredes.
Y de matar a las mariposas.
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