viernes, 12 de agosto de 2016

Poesía - Sociedad de clases

La cara del solitario caballero
que vaga sin rumbo por el estercolero
al que calle tradicionalmente llaman
y que la sociedad castiga con saña.

La cara del saciado estómago
que emana una risa de vago
producida por el bigote de una langosta
comida del sudor ajeno a costa

La cara del hipócrita nigromante
que con manos delicadas toma vacilante
el cáliz y el cuenco del humilde hebreo
mientras goza de la improductividad de parte del clero.

La cara del martillo tempranero
que al amanecer empieza golpeando ligero
el trabajo de una fuerte jornada
que finaliza no ganando nada.

La cara del soñador despierto
que le hastía la espera del mejor momento
para saltar al oscuro futuro
donde se golpeará con el prometido muro.

Todas caras suplicantes de ambiciosos éxitos
aue caen rendidos ante mis ojos coléricos
mientras mis dedos señalan sin dolor y piedad
a la gran ausente, a la marginada igualdad.

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