La traición
expulsa una risa diabólica
sobre mí ser
fuerte e indiferente
a la vez que se
insulta a mi alma melancólica
y animales
estimulados atacan a mi preciada mente.
La incoherencia
despliega sus negras alas
para volar sobre
mi inquieta idea
y envolverme de
normas que controlan masas
por haber
razonado lo que a nadie molesta.
Ignoro si mi
persona dará la mano
a la pura y
bella soledad
pero aseguro que
mi alma atará con cabos
la rabia, la
idea y la libertad.
Seré piedra en
un mundo demasiado social,
piedra hastiada
que vive la vida sutil
en un ambiente
sirviente del mal,
en inútil ataque
que no se olvida de mí.
En un prado
conquistado de amapolas
seré una noble
seta venenosa,
indiferencia
siento ante el trasero que destroza
todo el rojo
prado como si fuese cualquier cosa.
La traición me
llama banalmente cobarde,
la incoherencia
me dice ser un loco,
cobarde es en
quien no confía nadie
y loco… loco me
vuelvo solo pensando un poco.
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