Bebo sin cesar
mi ruina
de escombros
repletos de vida
que no hacen más
que atormentar
lo poco que le
queda de dignidad
a aquella
demagogia ligera,
Como el otoño
queriendo ser primavera,
La melancolía
ínfima de orgullo
pinta de gris el
cabello del mundo,
mas anuncia que
la vida es ahogo
y el ahogo es
angosto
en nuestra
garganta austera,
Como el otoño
queriendo ser primavera,
Sonrisas
forzadas de absurdos intereses,
que hacen de la
inteligencia breve
y de la
humanidad una utopía,
al igual que
pensar sin poesía,
lo que a mi alma
envenena,
Como el otoño
queriendo ser primavera,
Las inertes
hojas de mi alma
tienen libertad
plena
y, aunque verdes
en su día eran,
no pararán de
revolotear ligeras
en el áurea de
mi primavera
Porque mi otoño
ya es ella.
No hay comentarios:
Publicar un comentario