domingo, 17 de abril de 2016

Poesía - Lo simple

Simple cielo lleno de la nada
que en silencio cubres la osadía
de los ególatras sin guía,
sumisos de la ignorancia idolatrada.

Tísico árbol tenue y deshojado,
que disimula ante nuestros ojos fervientes,
que baila con el viento impertinente
del nuevo invierno apaciguado.

No alcanza nuestra hipócrita visión
con canicas furiosas y vanas
contemplar la ausencia de ornamentación

Al igual que la mente con canas
se enorgullece de su antipática sumisión,
mientras persuade a las ideas planas.

Rabia que fluye por las venas de una mano,
mano oprimida por el tiempo y la opresión
ejercida por la exánime alma sin aparente razón,
y que hace cómplice al silencio de un hermano.

Silencio expulsado de una voz muda
obligada a estar en el pupitre acosador
y sentada ante el ineficiente orador
que sin pensarlo a la hipocresía ayuda.

Mas persiste el engaño en nuestra visión
con perspicacia y gran tenacidad
como una falsa serpiente actuando con sumisión.

A la vez  la razón observa a la sociedad
que es incapaz con su vana razón
de contemplar a la ajusticiada humildad.

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